
Esta es la colonia histórica de Madrid más impresionante: una joya de la arquitectura art noveau que ha sobrevivido al paso del tiempo
Ubicada entre los madrileños barrios de La Guindalera y Las Ventas, la colonia Madrid Moderno destaca por sus viviendas únicas de estilo modernista.
Mucho se ha hablado de Madrid y, aun así, la histórica villa sigue guardando secretos que muy pocos conocen. Ocultos a la vista de quienes solo miran la superficie, la capital esconde cientos de tesoros, desde librerías preciosas hasta monumentos que no tienen nada que envidiar a otros más conocidos, como la Estatua de la Libertad madrileña. También hay zonas que son un viaje al pasado, como la colonia Madrid Moderno.
Esta no es la única colonia histórica de Madrid, pero sí es una de las más impresionantes. Aunque el rápido crecimiento tanto de la ciudad como de su industria inmobiliaria hizo que algunas casas se sustituyeran por edificios de viviendas, los vecinos consiguieron que algunas otras quedasen protegidas oficialmente. Es gracias a ello que, a día de hoy, algunas de estas joyas de la arquitectura hayan resistido al paso de los años.
Un paseo por Madrid Moderno
Si crees que las casas de colores solo se podían encontrar en algún pequeño destino europeo, te equivocas. En el corazón de Madrid aún quedan calles donde las fachadas de las viviendas se visten de ladrillo y muestran a los viandantes azulejos de estilo neomudéjar.
Junto a ellas, pequeñas construcciones de dos plantas con motivos vegetales sobre las ventanas y miradores de madera observan a los viandantes. Estos, maravillados, se dejan asombrar por los restos de este barrio donde los toques de color resaltan en los pequeños detalles y las enredaderas trepan hasta llegar a los balcones de forja.
De las 62 viviendas que se construyeron originalmente apenas quedan doce en pie, entre las que destaca el magnífico torreón que se encuentra entre las calles Castelar y Cardenal Belluga. Obra del arquitecto Juan Marín, que también construyó una torre muy similar en el número 145 de la calle Alcalá, destaca por sus hileras de ladrillos de colores y sus azulejos policromados.

Si decides visitar los restos de la colonia Madrid Moderno, aprovecha para pasear hasta el Parque Eva Duarte de Perón. Situado muy cerca de la plaza de Manuel Becerra, es un espacio verde perfecto para pasear, desconectar del bullicio de la ciudad y dejarse relajar por el borboteo de las fuentes.
La historia de la colonia Madrid Moderno
A finales del siglo XIX, la industrialización había supuesto la aparición de problemas en las ciudades. Para hacer frente a la superpoblación y la contaminación, urbanistas como Ebenezer Howard, en Gran Bretaña, o Arturo Soria y Mariano Belmás, en España, crearon nuevos modelos de ciudades.
Uno de ellos fueron las colonias históricas. Se trataba de barrios jardín, compuestos por casas unifamiliares económicas, que permitían vivir cómodamente a las familias y que, además, actuaban como oasis de vegetación a las afueras de las ciudades industrializadas. Un ejemplo de ello es la Colonia de la Prensa, en Carabanchel.

Inspirándose en este modelo, el empresario Mariano Santos Pinela estableció una alianza con el arquitecto Julián Marín para edificar una serie de casas adosadas, de bajo precio, que supusiesen una solución al hacinamiento y las condiciones precarias a las que estaba sometida la clase trabajadora.
Aunque apenas una docena de viviendas ha sobrevivido al paso del tiempo, Madrid Moderno y el resto de colonias históricas nos recuerdan que en el corazón del municipio más frenético de España, también hay espacio para hacer las cosas diferentes. Cuando el tiempo se nos echa encima, brutal e implacable, un paseo bajo los vistosos miradores de madera puede bastar para transportarnos directos a otra época y a otra ciudad mucho más amable.
TURIUM TIPS
A tan solo quince minutos andando de Madrid Moderno se encuentra el Palacio de Velázquez. Aunque en estos momentos el palacio se encuentra cerrado al público, merece la pena acercarse para admirar el precioso edificio de estilo ecléctico.
Algunos ven el early check-in y el late check-out como caprichos innecesarios, otros como una inversión en comodidad. ¿Realmente compensa pagar por unas horas extra en la habitación del hotel? Analizamos cuándo merece la pena y cómo conseguirlo gratis.