
Baños termales y Patrimonio de la Humanidad: esta preciosa ciudad en Austria no tiene nada que envidiarle a Budapest
Muy cerca de Viena encontramos Baden bei Wien, una ciudad-balneario fundada en tiempos de los romanos donde las aguas termales son el principal atractivo.
Todo aquel que haya viajado por Europa ha oído hablar, o incluso visitado, los balnearios de Budapest. No obstante, muy pocos conocen Baden bei Wien. Esta localidad austriaca está llena de baños termales, se encuentra muy cerca de la capital y se ha convertido en una de las escapadas favoritas de los viajeros que visitan Viena.
Pero esta pequeña ciudad no es solo un paraíso de relajación. Se trata de una de las ciudades más antiguas de Austria; gracias a su extenso pasado, mires donde mires verás monumentos, construcciones históricas y retazos de cultura que merece la pena descubrir. Además, ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que la ha añadido a su lista de balnearios históricos.
En el interior de los balnearios de Baden bei Wien
Lo que hoy conocemos como Baden fue fundado en tiempos de la Antigua Roma. Entonces, recibía el nombre de Thermae Pannonicae, un término que se podría traducir como Baños de Panonia. Aunque por su esplendor cueste creerlo, la ciudad fue duramente saqueada por turcos y húngaros. No obstante, la decisión de la Familia Real Austriaca de fijar aquí su residencia de verano convirtió esta en la urbe que podemos visitar hoy día.
No nos extraña que la realeza se fijara en este lugar al sur de Viena. La tranquilidad inunda cada rincón de la ciudad, especialmente sus balnearios, que son los más antiguos de Austria. Cuando los romanos llegaron aquí y descubrieron sus aguas sulfurosas, llenas de propiedades beneficiosas, construyeron una fuente de agua termal que aún puede visitarse hoy día.

Este caudal de agua, cargado de sulfuro, tiene la capacidad de reducir la inflamación, regenerar las mucosas, descongestionar y reducir las alergias. Estas y otras muchas ventajas aún pueden disfrutarse en Roemertherme: bajo el techo acristalado más grande de toda Europa se despliegan numerosas piscinas, bañeras de hidromasaje, saunas finlandesas, baños de vapor y hasta cabinas de infrarrojos.
Un paseo por Baden bei Wien
Llena de casas burguesas, palacios preciosos y exuberantes jardines llenos de rosas, Baden bei Wien tiene mucho que ofrecer más allá de sus balnearios. Ya en la plaza mayor nos topamos con la Columna de la Trinidad: una joya del barroco levantada en el siglo XVIII por Giovanni Stanetti, muy similar a la de Viena, y que también celebra el fin de la epidemia de peste.
Sigue paseando y piérdete por los parques de la ciudad. El Spa Kurpark, construido en 1792 en honor de la emperatriz María Teresa, llena el centro de la ciudad con el aroma de las flores. Aquí, además, se encuentra la primera fuente termal de Baden, de la época de los romanos. Se trata del lugar perfecto para disfrutar de un momento de tranquilidad e incluso hacer un picnic.
Igual de tranquilo es el parque Doblhoff: otro de los pulmones verdes de Baden. Aquí se encuentra la rosaleda más grande de Austria, donde puedes disfrutar de la explosión de color que producen ochocientos tipos de rosas al florecer, por lo que te recomendamos visitarlo entre primavera y verano.
No te quedes sin visitar el Templo de Beethoven, una imponente construcción blanca que alberga conciertos durante el verano. Y, por supuesto, tómate un momento para visitar las ruinas del castillo Rauhenstein. Situadas entre las colinas verdes que rodean la ciudad, los restos de esta fortaleza medieval vigilan todo lo que pasa en Baden, dominando el horizonte como un recuerdo de lo que un día fue.
TURIUM TIPS
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