Fue un palacio italiano de estilo rococó, pero ahora es el hotel con el spa más elegante de Roma
En el corazón de la Ciudad Eterna, en el interior de un palacio de estilo rococó, se encuentra el hotel Six Senses Rome, cuyo lujoso spa ha enamorado a la alta sociedad italiana.
Basta con una breve visita a Roma para enamorarse de la belleza de la Ciudad Eterna. Y también para darse cuenta de que este gran museo al aire libre esconde mucho más de lo que uno puede descubrir en un viaje. Siempre se escucha el borboteo de una fuente más en la próxima esquina, o se vislumbra una cúpula brillante a lo lejos. Joyas ocultas que hay que descubrir, como el Palazzo Salviati Cesi Mellini, en cuyo interior se encuentra el hotel Six Senses Rome.
Este palacete de estilo rococó se encuentra en pleno corazón de la capital italiana, justo en la esquina de la Via del Corso con la Piazza di San Marcello. Unido a la iglesia de San Marcello al Corso, el exterior resalta por su belleza. Sin embargo, lo mejor se encuentra en el interior. ¿Se te ocurre algo mejor que un spa en un palacio o una cena en una azotea con vistas a una de las ciudades más bonitas de Europa?
Un oasis de tranquilidad en Roma
Cuesta creer que la segunda ciudad más visitada de todo el continente guarde lugares de calma como este, pero es cierto. El año pasado casi 50 millones de viajeros visitaron Italia y buena parte de ellos pasaron por Roma. No obstante, más allá del trasiego que inunda el Coliseo, los Museos Vaticanos o la Fontana di Trevi, existe un oasis de tranquilidad donde el mármol sirve de refugio para los huéspedes.
La española Patricia Urquiola ha sido la encargada de diseñar el interior del hotel, donde no faltan los tonos pastel y las luces cálidas. Obras de arte, superficies de mármol oscuro y sillones coloridos con las patas de madera ocupan los espacios comunes. También enormes plantas, bustos de piedra y obras de arte bañadas por la luz del exterior, que se cuela a raudales aquí dentro.
Si las habitaciones son perfectas para desconectar del bullicio de la ciudad, el spa es la joya de la corona. El concepto está inspirado en las antiguas termas romanas, que ya en la antigüedad se usaban para humidificar las vías respiratorias, hidratar la piel, estimular la circulación y hallar la relajación gracias al efecto reparador de las aguas termales.
No obstante, aquí el frigidarium y caldarium se encuentran en un espacio minimalista y moderno, donde ni siquiera el vapor puede ocultar el mimo puesto en los interiores. Además, lejos de dejar que los huéspedes se pierdan entre las aguas calientes y frías, el hotel ofrece programas personalizados, elaborados con las últimas tecnologías con la intención de que cada persona reciba un tratamiento inolvidable.
Todo lo que ofrece Six Senses Rome
Más allá del spa y las habitaciones, Six Senses Rome tiene mucho que ofrecer. Todo está pensado para que tu estancia sea lo más cómoda posible: desde los colores neutros de las habitaciones hasta su programa de sueño para hacer frente al jet lag, que te ayudará a conciliar el sueño si tu cuerpo no consigue acostumbrarse a la hora de Roma.
Si después de dormir y darte un baño en las aguas cálidas del spa te entra hambre, no te preocupes, porque si hay algo que dominan los italianos es la gastronomía. Dentro del palacio tienes dos espacios gastronómicos claramente diferenciados, uno en el interior y otro en lo más alto de la azotea.
El Restaurante BIVIUM sirve desayunos hasta las 11:00 y después se convierte en un bar abierto hasta la medianoche. Además, sirve comidas y cenas durante todo el día, con una carta basada en el producto local que va desde una tabla de queso con pan de focaccia hasta un fusilloro con gambas sicilianas muy difícil de igualar, pasando, por supuesto, por pizzas hechas con masa madre.
Entre abril y noviembre, cuando los cielos comienzan a despejarse y el calor se extiende sobre Italia como una manta mullida, puedes disfrutar de NOTOS Rooftop. Esta preciosa azotea domina el centro de la ciudad y sus plantas inundan el aire con el olor de las hierbas aromáticas y las macetas de terracota. ¿Se te ocurre un mejor lugar para tomar algo que el cielo de Roma?
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