Estos son los hoteles de superlujo donde puedes hacer un retiro espiritual y desconectar del teléfono móvil

Dicen que uno de los mayores problemas de la actualidad es la hiperconectividad, pero en realidad es el FOMO (fear of missing out), ese miedo irracional a perdernos algo mientras estamos ocupados... viviendo. ¿Y si en lugar de responder mails en la playa, actualizar stories en la montaña o contratar a un mayordomo de Instagram probamos a hacer algo realmente radical? Como, por ejemplo, desaparecer digitalmente. No hablamos de una desconexión simbólica con un móvil en “modo avión” que revisas cada hora en un alojamiento rural de lujo. Nos referimos a hoteles de superlujo donde la cobertura es inexistente, el Wi-Fi no llega a las habitaciones y el único timeline relevante es el de la salida del sol.

Estos retreats no son meros hoteles de relax. Son templos del off-grid para los privilegiados que pueden permitirse el lujo de desaparecer del mundo virtual sin preocuparse de un jefe histérico. Desde islas privadas hasta monasterios reconvertidos en spas, aquí tienes una selección de los refugios más exclusivos donde la única notificación importante es el sonido del viento entre los árboles.

Amanemu, en Japón:  minimalismo sin interrupciones

Si la desconexión digital tuviera una estética, sería la de Amanemu. Ubicado en el Parque Nacional de Ise-Shima, este retiro espiritual japonés es un homenaje al concepto de wabi-sabi: la belleza de la simplicidad. Habitaciones diseñadas con líneas puras, madera oscura y enormes ventanales que enmarcan el paisaje como si fueran cuadros.

Pero la clave aquí no es el diseño (que también es importante), sino los baños termales privados con aguas volcánicas ricas en minerales. Amanemu no solo prescinde de televisores en las habitaciones, sino que su personal te anima a dejar el móvil en la caja fuerte y disfrutar del silencio, el kaiseki (alta cocina japonesa) y la experiencia de flotar en un onsen mirando el bosque. 

The Datai Langkawi, Malasia: jungla y playa sin Wi-Fi

Pocas cosas dan más miedo que ver "sin servicio" en la esquina de la pantalla del móvil, pero en The Datai Langkawi es parte del atractivo. Este resort de lujo, escondido en una jungla de 10 millones de años en una isla malaya, es el lugar perfecto para resetear cuerpo y mente sin interrupciones digitales.

Aquí no hay torres de señal visibles ni routers en cada esquina. En su lugar, hay monos saltando entre los árboles, piscinas privadas con vistas a la selva y playas donde los únicos likes que importan son los de los cangrejos ermitaños caminando por la arena. Además, si tienes una urgencia tecnológica (como mandar una postal de verdad), el hotel dispone de un “tech-free concierge” que gestiona cualquier necesidad digital sin que tengas que tocar una pantalla.

Eremito, Italia: un retiro monástico sin distracciones

Si alguna vez te has preguntado cómo sería vivir en un monasterio medieval pero con sábanas de lino francés y un menú orgánico gourmet, Eremito tiene la respuesta. Este hotel-retreat en plena Umbría es lo más parecido a un retiro espiritual de lujo sin caer en lo esotérico.

Aquí las habitaciones se llaman “celdas”, el ambiente es de silencio casi total y las noches están iluminadas solo por velas. No hay televisión, música ambiental ni despertadores estridentes. La única forma de saber qué hora es consiste en mirar la posición del sol o escuchar la campana que marca la cena. Y si crees que no puedes sobrevivir sin Netflix, quizá sea señal de que necesitas este hotel más de lo que imaginas.

Sheldon Chalet, en Alaska: lujo extremo sin distracciones

Este es el hotel que redefine el concepto de aislamiento. Situado en el corazón del Parque Nacional Denali, en Alaska, el Sheldon Chalet es accesible solo en helicóptero y está rodeado por kilómetros de glaciares, montañas y un cielo que en invierno se ilumina con auroras boreales.

No hay Wi-Fi, no hay torres de telefonía cercanas y el único servicio de comunicación disponible es una radio satelital de emergencia. A cambio, los huéspedes disfrutan de cenas preparadas por chefs privados, exploraciones en hielo y noches bajo un cielo estrellado sin contaminación lumínica ni la tentación de abrir TikTok.

Hoteles con zonas tech-free: detox digital sin irse al fin del mundo

Algunos hoteles han entendido que no todo el mundo está listo para un apagón digital total. Pero sí para un respiro. Para esos huéspedes que quieren desconectar sin llegar al extremo de entregar el móvil en recepción durante días, han surgido zonas tech-free: espacios diseñados para vivir el momento sin pantallas ni distracciones.

Four Seasons Costa Rica, Península Papagayo

En un exclusivo resort de Península Papagayo, Costa Rica, los huéspedes pueden unirse a un programa de desconexión digital que los anima a entregar sus dispositivos durante 24 horas. A cambio, reciben un plan de actividades diseñado para recordarles que la vida real también es interesante: desde rutas en kayak al atardecer hasta talleres de cocina costarricense. La idea es demostrar que se puede disfrutar sin necesidad de compartirlo en redes. ¿Lo mejor? No es obligatorio. 

Vincci Selección Estrella de Mar (Marbella)

No hace falta perderse en una isla remota para desconectar del móvil. En Marbella, un hotel boutique de cinco estrellas ha creado un Pack Detox pensado para quienes sienten que han olvidado cómo relajarse sin una pantalla delante.

Al llegar, los huéspedes pueden optar por guardar sus dispositivos en un estuche seguro y entregarlo al personal del hotel. A cambio, reciben un plan de desconexión: un zumo detox, una sesión de spa sin música ni notificaciones, y un libro cuidadosamente seleccionado para acompañar la experiencia. Y para evitar la ansiedad de desaparecer sin previo aviso, el hotel entrega a cada huésped una tarjeta con el mensaje “Cerrado por #Detox” para que la publiquen en sus redes antes de desconectarse.

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