De antigua fortaleza militar a hotel con restaurante, destilería y bodega: así es Esperit Roca, el nuevo proyecto de los hermanos Roca

El arte de transformar edificios históricos en refugios gastronómicos no figura en ningún manual de historia, pero quizá esto cambie pronto. ¿A quién se le ocurre tomar una fortaleza militar del siglo XIX y convertirlo en el epicentro del hedonismo moderno? Pues claro, a los hermanos Roca, que llevan décadas demostrando que lo suyo es romper moldes. Y esta vez han decidido hacerlo a lo grande con Esperit Roca.

Lo han hecho apostando fuerte desde la cima de San Julián de Ramis, un enclave histórico donde los íberos y romanos ya sabían perfectamente que allí arriba se respiraba bien. Ahora, aquí se respira talento culinario y cierto aroma a gin-tonic casero.

Lo más curioso del nuevo proyecto de los Roca es que parece diseñado por un chef, un poeta y un alquimista. Algo lógico, dado que estamos hablando de Joan, Josep y Jordi, responsables de uno de los mejores restaurantes del mundo, El Celler de Can Roca.

Sin embargo, Esperit Roca va mucho más allá del mero restaurante: se trata de un auténtico complejo gastronómico-cultural, en el que caben cómodamente una bodega, una destilería, un hotel y hasta un espacio expositivo. Vamos, que es Disneylandia para adultos con buen gusto.

Una bodega como escenario teatral

Aunque el conjunto es espectacular, hay que reconocer que la bodega se roba casi todas las miradas. Situada estratégicamente bajo la cúpula del castillo, impresiona no solo por su monumentalidad, sino porque alberga 80.000 botellas perfectamente ordenadas como en un gigantesco escenario teatral.

¿El secreto? Josep Roca, uno de los sumilleres más respetados del planeta, lleva años acumulando vinos que ahora por fin han encontrado el hogar perfecto. Cada cliente que entra en el restaurante deberá pasar inevitablemente por esta especie de biblioteca líquida antes de sentarse a la mesa, un inteligente guiño que anticipa que aquí, lo primero, es disfrutar.

Pero además, no hay que olvidar la Destilería Esperit Roca, que da nombre al complejo. Allí se elaboran licores y destilados de proximidad, esos mismos con los que Jordi Roca y su equipo juegan para crear una coctelería líquida digna de alquimistas modernos.

No solo es el lugar donde nacen gin-tonics locales o licores sorprendentes; también cuenta con una tienda irresistible donde los visitantes podrán hacerse con productos de otras aventuras gastronómicas de los hermanos, como los chocolates de Casa Cacao o los refrescantes helados de Rocambolesc.

Hotel Esperit Roca: dormir en las alturas

En la parte más alta del castillo encontramos la joya de la corona para aquellos que, después de una buena cena, solo quieran deslizarse hacia una habitación con vistas espectaculares. Hablamos del Hotel Esperit Roca,  con quince habitaciones con vistas a Girona y sus alrededores, una piscina única  y jardines cuidados al milímetro que convierten al alojamiento en un verdadero capricho difícil de resistir.

La estética sigue fielmente la línea marcada por los Roca en Casa Cacao, su otro hotel en el centro de Girona, con un interiorismo cálido y contemporáneo, además de ese mimo obsesivo en los detalles que ya es una firma reconocible de la familia. 

La mezcla perfecta de gastronomía y cultura 

¿Y qué pasa con el restaurante? Los hermanos Roca han decidido que, por ahora, El Celler se quede en su ubicación habitual, aunque admiten que trasladarlo al castillo no está descartado del todo.

De momento, el espacio gastronómico de Esperit Roca reemplazará al Mas Marroch, recuperando su esencia original de platos icónicos, aunque convenientemente actualizados. Los menús degustación estarán adaptados a los nuevos tiempos: uno más equilibrado entre salado y dulce y otro en el que Jordi Roca despliega todo su poderío, con más postres que principales.

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