El País Vasco pasa a la acción
El País Vasco disfruta de ecosistemas de gran valor y un patrimonio cultural único, que se suma a su preciada gastronomía, lo que lo convierte en un enclave privilegiado para el buen vivir. Foto: Basquetour

Pasar a la acción: la medida del País Vasco para conciliar el desarrollo económico con la preservación de su identidad

Euskadi toma la delantera y pone en marcha el Código Ético del Turismo para conciliar el desarrollo económico del territorio con la preservación de su identidad y patrimonio.

Mayte Martínez | 26 Feb 2025

No sabemos en qué momento el turismo pasó de ser una experiencia memorable a una actividad para coleccionar likes y fotos de postureo. Lo que parece claro es que hoy viajar está al alcance de una inmensa mayoría, lo que ha favorecido la masificación. El debate sobre qué hacer para modular la sobredemanda está en los despachos y en las calles. Pero pocos territorios han conseguido pasar de los análisis y activar una estrategia resolutiva.

En ese sentido, el País Vasco se ha colocado a la avanzadilla con una iniciativa pionera, lanzando la campaña “Turismo maitea” (querido turismo), con la que nos recuerda que todos somos turistas. Con ella pretende aunar el desarrollo de esta industria y la forma de vida de las gentes que viven aquí, manteniendo sus costumbres, paisajes y cultura. Quieren seguir siendo acogedores con los viajeros y que estos lo sean con los vecinos. ¿El objetivo? Que quienes llegan de fuera puedan descubrir la verdad de cada lugar, el placer de vivir lento, de mimetizarse con el entorno.

Sin perder las raíces

Dentro de este proyecto, Euskadi ha creado un innovador código ético para defender un modelo turístico que no se base en crecer por crecer, sino en hacer sostenible –ambiental, social y económicamente– cada proyecto.

Orgullosos de su cultura, su lengua prerrománica, su desbordante naturaleza (un mosaico de verdes y azules compuesto por valles, montañas boscosas, marismas, acantilados e inmensos arenales), su valorada gastronomía…  han llegado hasta aquí conservando su ADN y unas arraigadas tradiciones. Y, sin duda, es parte de su gran atractivo.

Esto explica que en 2024 registrara 4,7 millones de llegadas, un 3,6% más que el año anterior, y con un 7% más de visitantes internacionales. Un logro que los vascos no quieren perder, pero por el que no están dispuestos a pagar un peaje en forma de impacto ecológico negativo, ni que haga tambalear sus valores.

Por eso, desde el ejecutivo regional han creado un manual para promover el entendimiento entre turistas y ciudadanía y para que las compañías del ramo integren la responsabilidad en su práctica diaria. “Queremos reivindicar este sector, que refleje buenos datos, y reconocer el trabajo de los profesionales y las empresas. Pero también buscamos ser un referente instaurando un modelo sostenible”, ha afirmado Javier Hurtado, consejero de Turismo, Comercio y Consumo del País Vasco.

Seis principios básicos

Esta guía para turistas, locales y empresas establece unos mandamientos básicos para garantizar la buena convivencia.

1

Tolerancia: practicaré el turismo como un medio de desarrollo individual y colectivo. Eso implica el respeto mutuo entre turistas y vecinos, teniendo en consideración el disfrute de unos y el descanso de los otros.

2

Igualdad en la diversidad: promoveré los derechos humanos de todas las personas (sean como sean e independientemente de sus creencias), y en particular de los colectivos más vulnerables.

3

Compromiso ambiental: protegeré la riqueza natural del entorno, especialmente bosques y humedales. Reduciré el consumo de agua, energía y envases, y gestionaré los residuos de forma responsable.

4

Tradición: mantendré, consumiré y disfrutaré del producto y la cultura autóctonos. Esto permitirá la supervivencia de la producción local y del folklore, sin conducir a su estandarización y empobrecimiento.

5

Patrimonio: preservaré los recursos reconocidos por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en la perspectiva de un crecimiento económico capaz de satisfacer las necesidades presentes y futuras.

6

Excelencia: cuidaré del sector turístico y de las personas que lo integran para que pueda seguir siendo competitivo, sin que tenga que renunciar a la calidad, sostenibilidad, innovación y accesibilidad.