Esta es la escapada perfecta para Semana Santa: campos de tulipanes, lagos helados y vistas a los Alpes suizos
En el corazón de los Alpes suizos se encuentra Lugano, un destino perfecto para desconectar, disfrutar de paisajes impresionantes y de los encantos de la ciudad.
Ubicada en el sur de Suiza, Lugano es una joya escondida tras la sombra de los Alpes suizos. Con sus paisajes impresionantes, sus lagos cristalinos y una mezcla única de cultura suiza e italiana, esta ciudad se ha ganado a pulso el título de ser una de las más bellas del país, al igual que la lujosa St. Moritz.
Esta es la ciudad más bonita de los Alpes suizos
Lugano es una postal de praderas verdes y lagos eternos, donde las montañas dominan el horizonte y la naturaleza lo cubre todo con su manto de hierba. Situada en el cantón de Tesino, en la frontera con Italia, esta ciudad mezcla la belleza más suiza con lo mejor de la cultura italiana y, de hecho, buena parte de su población es italoparlante.
Pero al observar su paisaje, no cabe ninguna duda de que estamos en Suiza. Las casas de colores claros se asoman a las orillas del lago de Lugano como si no tuvieran miedo de caerse. Rodeada de montañas que amenazan con tocar el cielo, esta localidad trepa las laderas con una gracia inigualable.
Se trata del lugar perfecto para quienes buscan escapar del bullicio de las grandes urbes, pues se trata de un destino tranquilo, con una atmósfera relajante. A diferencia de otras ciudades suizas, Lugano combina a la perfección el encanto de la arquitectura mediterránea con el estilo suizo, creando un ambiente único que refleja la influencia italiana en su cultura y gastronomía.
Las vistas panorámicas desde el Monte Brè o el Monte San Salvatore son simplemente espectaculares, y convierten a Lugano en un destino ideal para los amantes de la naturaleza y los paisajes impresionantes. Además, el clima suave de la región, debido a su ubicación al sur de los Alpes, permite disfrutar de temperaturas cálidas durante la mayor parte del año.
Qué ver en Lugano
Lugano está repleta de atractivos turísticos que hacen que cada rincón de la ciudad sea digno de explorar. Quizás lo más emblemático sea el lago que le da nombre. Cuando llega el buen tiempo, los locales pasean a su alrededor y celebran pícnics en su orilla. También puedes recorrer sus aguas tranquilas en barco y disfrutar de las vistas a las montañas y villas que bordean el lago.
El Parque Ciani es el pulmón verde más grande de la ciudad y también es ideal para una caminata relajante, rodeada de flores rojas que tiñen esta postal alpina de color. Si continúas caminando llegarás hasta los jardines Belvedere, llenos de árboles y fuentes y, por supuesto, de personas paseando deseosas de conectar con la naturaleza.
Sin embargo, el paisaje no es lo único que merece la pena aquí. En el casco histórico encontramos la Piazza della Riforma: una plaza rodeada de edificios de colores y cafés que es, sin duda, el lugar con más ambiente de la ciudad. El aire italiano se nota justo aquí, en el centro, donde las callejuelas estrechas te invitan a perderte en paseos interminables.
Si sigues caminando, seguro que tus pasos te acabarán llevando hasta la iglesia de Santa Maria degli Angioli. Este templo, que en su origen formaba parte de un convento, alberga en su interior las pinturas al fresco más importantes del Renacimiento suizo, obra del artista Bernardino Luini.
Antes de que se acabe tu viaje, asegúrate de darte una vuelta por los locales del centro, donde encontrarás los mejores quesos suizos: desde el Gruyère hasta la Raclette du Valais, pasando por el Tête de Moine. Si te llevas uno en la maleta, seguro que tu recuerdo de este viaje por Lugano será aún mejor.
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