Este hotel está dentro de un palacio de Roma y ha sido diseñado por Luca Guadagnino, el director de cine del momento
Luca Guadagnino, director de películas como Challengers o Call me by your name, ha rediseñado Palazzo Talìa, el hotel más exclusivo de Roma.
Cada año, miles de personas se embarcan en un recorrido por la Ciudad Eterna, que este año celebra el Jubileo 2025. Entre espléndidos monumentos y restos romanos magníficamente conservados, los visitantes a menudo pasan horas caminando y apenas paran en sus alojamientos nada más que para dormir. No obstante, hay hoteles que invitan a quedarse, a disfrutar sus estancias y dar la espalda a la ciudad durante un tiempo. Es el caso de Palazzo Talìa, un cinco estrellas muy especial.
El rediseño de este hotel-palacio es obra de Luca Guadagnino, director de películas como Call Me by Your Name y Challengers. Tras cuatro años de reformas, el resultado es un edificio de techos altos y aspecto regio, que te hará sentir como si fueras un miembro de la alta sociedad italiana.
La historia del Palazzo Talìa
El Palazzo Talìa es un puente entre dos mundos, una excelente unión de presente y pasado donde los huéspedes pueden pasear por un auténtico palacio, cuya estructura original ha sido preservada a pesar de las reformas. El paso del tiempo fluye de forma diferente en el interior de este lugar, que ha visto pasar más de cuatrocientos años de historia.
Mucho antes de ser el hotel donde se hospedan los viajeros más pudientes de Roma, en sus inicios, este precioso edificio era el Collegio Nazareno. Donde hoy solo hay lujo y comodidades, en el siglo XVII se encontraba una escuela destinada a que los niños de pocos recursos recibieran educación. No obstante, más tarde el colegio comenzaría a ser frecuentado por las élites de la ciudad.
Hasta 1999, la institución ayudó a formarse a políticos, clérigos y personajes de gran importancia, como Luigi Pietrobono, que llegó a ser un relevante crítico literario a principios del siglo XX. Conscientes de la importancia histórica de este lugar, el equipo de Luca Guadagnino ha apostado por restaurar los elementos originales, en lugar de reemplazarlos.
Por eso, al entrar aún se puede cruzar el arco de medio punto original, así como pasear entre las robustas columnas. Y por eso, gracias al esplendor de los bustos que decoran el vestíbulo, a los maravillosos capiteles o a las coloridas alfombras, este hotel-boutique ha conseguido trasladar al momento actual los elementos más exclusivos de épocas pasadas.
Una visita al interior del hotel-palacio más lujoso de Roma
El Palazzo Talìa tan solo cuenta con 25 habitaciones y una gran suite, y muy pocos pueden presumir de haber dormido bajo las pinturas al fresco que decoran sus techos y que fueron realizadas por Gaspare Serenario, gran exponente del barroco italiano tardío. Todo aquí, desde los arreglos florales hasta la textura de cada mueble, se ha elegido de manera deliberada y cuidadosa. Es imposible no sentirse único cuando te levantas entre sus sábanas, tan suaves y frescas.
Cristales de Murano y tapices coloridos decoran los espacios. Los colores (azules, rosas, rojos y cremas) se extienden por cada rincón, creando un universo propio que solo existe aquí dentro. La grandiosidad de los espacios comunes se transforma, una vez en las habitaciones, en exclusivas piezas de cerámica, suelos y paredes con motivos geométricos y obras de arte contemporáneo.
Quienes lo visitan rara vez se van sin sentarse a las mesas de Trama, el restaurante en el que el chef Marco Coppola convierte ingredientes frescos en platos de altísima calidad, como los spaghetti alla nerano con albahaca y calabacín. Dejarse maravillar por el espacio es tan sencillo como enamorarse de la comida. Los azulejos espejados, los sofás ondulados y la tenue iluminación de las lamparitas convierten la experiencia culinaria en una experiencia sensorial.
La guinda del pastel es el spa. Su diseño, inspirado en las antiguas termas romanas, ayuda a los huéspedes a sumirse en una tranquilidad muy difícil de encontrar en la actualidad. Entre saunas, bañeras de hidromasaje y masajes, te resultará difícil querer salir para disfrutar de una de las ciudades más monumentales de Europa.
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